Pasados unos minutos de
comenzar la manifestación, que se iba desarrollando sin problemas,
llegamos a un punto en donde el organizador de la manifestación, un
militante del reaccionario Sindicato de Estudiantes, exigía a los
estudiantes que se sentaran en el suelo, para dar -como siempre- su
mediocre discurso. Nosotros informamos a los manifestantes a través de
megáfono, que el pueblo no se arrodilla; nos escucharon y se pusieron
todos de pie, porque ellos bien saben que no nos arrodillamos.
Después de un recorrido
bastante corto y llegando al final de la manifestación, en una calle
bastante estrecha, los oportunistas del SE volvieron a pedir a los
manifestantes que se sentaran en el suelo, a lo cual nosotros informamos
nuevamente, megáfono en mano, que el pueblo no se arrodilla, accediendo
los manifestantes a ponerse otra vez de pie. Mientras el Sindicato de
Estudiantes hacía su bochornoso discurso, los militantes informábamos a
los manifestantes cara a cara que esto no podía acabar aquí, que nuestro
colectivo iba a ir a la universidad, que el mensaje tenía que
extenderse más. Cuando finalizaba el discurso del Sindicato de
Estudiantes, nosotros anunciábamos a través del megáfono, que nos
dirigíamos a la universidad, y pedíamos a los manifestantes que nos
acompañaran. Una gran cantidad de manifestantes accedieron a nuestras
demandas.
Cuando
caminábamos rumbo a la universidad – apartándonos del camino pactado
entre el Sindicato de Estudiantes y el Ayuntamiento- , un militante del
Sindicato de Estudiantes se dirigió corriendo hacia la policía para
decirle que nosotros no éramos de su grupo; suponemos que para evitar
problemas con su dueño, el ayuntamiento. Gran parte de la manifestación
nos siguió, coreando consignas como “menos sentadas y más barricadas”.
Al llegar a la universidad dimos un discurso improvisado, informando y
denunciando la actuación oportunista y deleznable del Sindicato de
Estudiantes. Mientrastanto un profesor, con nuestro permiso, accedió a
hacernos una foto que después publicó en las redes sociales,
reconociendo nuestro trabajo.
Al salir de la
universidad, los militantes de la FJCC y unos cuantos simpatizantes
estuvimos retenidos unos 40 minutos por un grupo de 8-10 Mossos
d’Esquadra que nos pidió identificación. No fuimos los únicos que
retuvieron; al parecer, lo hicieron con la mayoría de manifestantes que
nos siguieron. Después nos devolvieron los DNI y aquí acabó todo.
Tras esta experiencia
podemos afirmar, sin lugar a dudas, de qué lado están esos que de
boquilla dicen luchar por los estudiantes y en la práctica, excepto
honrosas excepciones, no hacen más que desmovilizar a la juventud y
arrastrarla hacia luchas controladas que no hacen ningún daño al estado
capitalista; es más, tan sólo hacen daño a la clase obrera y estudiantil
misma, ya que le distraen de las organizaciones realmente
revolucionarias. Este hecho no es fortuito, sino que es la misión que el
estado reaccionario le ha encargado al Sindicato de Estudiantes, para
conservar sus privilegios. Hay dos hechos muy claros que afirman sin
lugar a dudas que el Sindicato de Estudiantes va completamente de la
mano del poder establecido: el primero es la denuncia policial que estos
hacen a nuestro colectivo cuando tenemos la intención, al igual que los
manifestantes, de salirnos del recorrido e ir hasta la universidad,
denuncia que se verá claramente recompensada con lujosas sedes y
suculentas aportaciones a la organización, y luego, la ínfima cantidad
de estudiantes encuadrados en el Sindicato, que está dirigido casi
completamente por gente mayor sin ningún nexo más con la juventud que el
Sindicato de Estudiantes, y el afán de dinero, traicionando a su clase.
Dicho esto, llegamos
sin duda a la conclusión que el Sindicato de Estudiantes no es más que
una copia estudiantil de lo que a nivel obrero serían CCOO y UGT, ambos
teledirigidos desde el estado corrupto para servir de anabolizante a las
clases populares con sus luchas controladas e inofensivas, pero que los
comunistas debemos participar críticamente para intentar elevar la
consciencia de los participantes y así llevarlos hacia el camino
revolucionario.
Estas organizaciones
convocan huelgas para ponerse la careta de revolucionarios, pero en
realidad no lo son, porque de poco sirve la huelga, si antes no se crea y
organiza el poder obrero y popular mediante asambleas, unos en las
empresas, los otros en los centros estudiantiles, y ambos juntos en los
barrios y otras organizaciones asamblearias populares, hasta crear un
fuerte Frente Único del Pueblo capaz de derrocar el capitalismo
monopolista. Pero está claro que ellos nunca harán esto, porque es al
darle el poder a los obreros y estudiantes que estos se darán cuenta que
la careta revolucionaria de las organizaciones vendidas (SE, UGT, CCOO,
USO…) no es nada más que eso, una careta, y tras élla late un rancio
corazón oportunista sin más intención que perpetuar hasta el infinito
este corrupto y reaccionario estado burgués, y lo que ello significa, es
decir, perpetuar hasta el infinito la miseria de las clase obrera, de
nuestra clase, de la clase de nuestros padres y de nuestros hijos. Si
nuestro objetivo va encaminado a tomar el poder para construir una
sociedad nueva donde no existan clases privilegiadas ni la explotación
del hombre por el hombre , es prioritario organizarnos como clase obrera
en Asambleas de Comités, Delegados y Trabajadores (ACDT ), en asambleas
de estudiantes, vecinales , trabajadores del campo en resumen,
organizar un poder obrero y popular dirigido por la vanguardia comunista
que a su vez guiada por la ciencia marxista leninista nos guiarán hasta
la victoria. Los sindicatos vendidos no podrán evitar la creación de
ese poder popular, por mucho que quieran evitarlo.
¡Una asamblea en cada centro! ¡A por el Frente Único del Pueblo!
FEDERACIÓ DE JOVES COMUNISTES DE CATALUNYA
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